Suaves y poderosos versos trazo
Sobre los hondos senos de la noche
Te busco a ti Señor busco tu abrazo
de soledad el campo hace derroche
entre algarrobos, tuscas y espinillos
alternando entre sembrados bosquecillos.
Susurran los arroyos lejanías
los álamos siseando por la brisa
los sauces inclinándose en sus guías
Y tú Señor, latente tras la misa
viviendo en el secreto del sagrario
percutes el portal del solitario.
Recuerdo cuando iba yo a tu lado
henchido el pecho lleno de esperanza
por los senderos en tu paz llevado
fecunda plenitud de la vacancia
por el saber de amor que daba el gozo
en un futuro más y más hermoso
pues eras para mí aquí y ahora
en tardes y mañanas esplendentes
do el tiempo vuelve al ser y se demora
por tus palabras claras y envolventes
Te pido que mi fue ya sea el de antes
y el día sea un tesoro de diamantes.
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