jueves, 5 de enero de 2012

LOS PECADOS SON FÁCILES

           ¡Qué facilmente pecamos o nos inclinamos a ello! Resumen de un día. ¡Qué lejos estamos con nuestras actividades un día! Por eso insisto Señor en que vengas a caminar conmigo. Los reyes sí que caminaron bajo la luz del claro de la singular serenidad de la estrella, es decir los magos, es decir los sabios del oriente ¡Qué paz se experimenta al visualizar esa noche en que la estrella se detiene sobre tí Señor. Si digo, Señor de cielo y tierra no sé qué diga de inmenso Pero si te veo como ellos habituados a ver el cielo, te vieron: entonces veo un niño y te me haces apresable. Yo lo único que siento es tu compañía en la presencia del tiempo pleno. Siento la intimidad de la palabra del ser que es hoy para mí. Ellos te vieron y se alegraron y se fueron por otro camino que el de los hombres ¡y se fueron alabando a Dios!
            Yo ya te conozco plenamente y mi conocimiento casi no es aprovechado por la riqueza de las narraciones que al mismo tiempo no puedo considerarlas. Pero insisto: te siento junto a mí. Y no pareces impresionado por mis pecados: eres amigo incondicional. Yo aprovecho para pedirte la paz que trajiste al mundo y que me guardes del mal. Miedo no me falta y ahora ejercito el amor y la cercanía contigo. Tengo que hacer mis peticiones, las que sabes de siempre y la fundamental:  ¡ven Señor Jesús!

No hay comentarios:

Publicar un comentario