jueves, 23 de junio de 2011

LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO

  Se hizo oir Juan y te anunciaba, anunciaba la palabra que eres tú Señor que conmigo hablas. Aquí estoy y te recibo y me hago resonancia viva, catequesis gozosa de tu paz. Dime dónde moras y estaré contigo mañana en tu Hoy que disipe la ilusión del tiempo lineal. Haz que te vea como te he visto antes cuando mi pecho se henchía de esperanza mostrando que tú eres la Palabra verdadera. Dame la esperanza que tenía y el suave encuentro de la amistad de caridad.
  Señor yo quiero tu palabra en mí ya que me la prometes y pido que se cumpla en mis mas cercanos como siempre según aquello de si pidieres en mi nombre yo lo haré. Me resulta tan dulce escucharte diciéndolo que ya se cumple en mí lo pedido ¡Qué ellos te reciban y sean santificados en la verdad!
  Es hermoso rogarte Señor porque tu Espíritu vivificante ruega en nosotros y nos acerca a ti. Eso lo experimento y me basta antes que me concedas lo que pido. No pido Señor sino por estar a tu lado y si me concedes lo pedido seas tú aquello que pido para ellos.
  Grande don anunciaba Juan que ahora tenemos rebozante en nosotros como agua viva. Tu persona en mí, manifestándote en mí tú mismo. Te alabo porque haces en mí tu evangelio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario